El público se reunió frente al escenario.
Unos sobre otros, los ladrillos se agolparon.
Duros, fríos y rígidos, todos lloraron.
Cómo evitarlo. La danza acabó por ablandarlos.
El blog de María Cimadevilla
El público se reunió frente al escenario.
Unos sobre otros, los ladrillos se agolparon.
Duros, fríos y rígidos, todos lloraron.
Cómo evitarlo. La danza acabó por ablandarlos.