El gallo Kiriko da un recital cada martes por la tarde. El aforo es limitado, solo 3 plazas por pase. Hoy el afortunado público han sido los hermanos Do, Re y Mi. Llevan noches enteras sin dormir esperando este momento y tarareando en sueños. ¡Qué bella es la vida! ¡Que suene la música!
