La mariposa se posó sobre el coche de madera y condujo durante varios minutos desde su casa a la guardería, de allí a la piscina, a la tienda de helados y, finalmente, una breve pasada por su lugar de trabajo para acabar de nuevo en casa. Todo sin moverse del sitio.
Porque la imaginación no sabe de espacios físicos ni las mariposas de distancias.
#OliviaLaMariposa