“Me falta un tornillo” solía ser la confesión más habitual frente al mostrador. La alegre dependienta buscaba entre los compartimentos aquel del grosor y longitud […]
El blog de María Cimadevilla
“Me falta un tornillo” solía ser la confesión más habitual frente al mostrador. La alegre dependienta buscaba entre los compartimentos aquel del grosor y longitud […]