«Colocaos un poco, venga, que a los clásicos casi no se os ve. Tú, ponte detrás, que con ese dorado no hay quien cuadre contigo. A ver, quietecitos todos un segundo que casi lo tenemos. ¡Eh, tú! ¿A dónde crees que vas? Vuelve aquí y ponte donde estabas. Como te coja, ¡te cuelgo! Cuando yo diga, sonreís mirando al pajarito, ¿de acuerdo?
¡Ahora! PA-TA-TAAAA.»
Click, click